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“En Latinoamérica no hay ningún país que tenga la capacidad instalada de prestar servicios como la tiene Chile”: Presidente del Consejo Minero y hallazgos de nuevos yacimientos

  • Foto del escritor: Claudia Moreno P
    Claudia Moreno P
  • hace 13 minutos
  • 7 Min. de lectura



Compartimos con ustedes interesante nota del medio regional WWW.TIMELINE.CL


La exportación no solo de minerales, sino que también de minería es una conversación largamente conocido en la industria, explicó el presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, lo cual significa que también deben exportarse servicios para esta actividad. “Cuando me comentan si estoy muy nervioso porque encontraron un yacimiento tremendo en Argentina o en China la verdad es que no me pone nada nervioso, porque en Latinoamérica, en general, no hay ningún país que tenga la capacidad instalada de prestar servicios como la tiene Chile”, subrayó el dirigente.

Bajo esta visión, dijo Villarino, vecinos como Argentina y Perú representan oportunidades para un sector productivo que acumula cien años de experiencia en el país y, en ese contexto, “no hay que tener temor, sino esperanza de transformarnos en el clúster minero que sale a prestar servicio a la región y no solo en Chile”.

El presidente del Consejo Minero estuvo en Antofagasta y fue entrevistado por el periodista Jorge Ortiz en un nuevo capítulo del Podcast Café Minería de Timeline.cl, espacio presentado por Escondida | BHP. El ejecutivo señaló que la minería está focalizada en que los impactos ambientales sean los menores posibles, que los impactos sociales sean positivos y tengan una contribución al crecimiento de la sociedad y que el impacto económico quede de manera relevante en la región donde se desarrolle la actividad.

Villarino también expuso que la otra manera de generar riqueza en los territorios es a través de la contratación de los proveedores locales, indicando que ninguna compañía en Antofagasta tiene incentivos para contratar proveedores instalados en Santiago y otras regiones, sino que son contratados sencillamente porque la oferta no está en la zona. “Lo que tiene que hacer la región es pensar por qué no están aquí. Algunos no estarán nunca porque prestan diversos servicios en distintas partes del país y por logística les conviene estar en una zona más central. Pero los otros por qué no están aquí, ¿es simplemente por condiciones de vida? ¿Porque hay otras regiones más atractivas o porque hay cosas más estructurales que resolver? Por eso es la importancia del trabajo colaborativo”, valoró.

  • La contratación de empleo y proveedores locales es una cuestión que plantean las autoridades en una zona que tendrá una inversión de 40 billones de dólares. ¿Cómo deben comulgar estas dos cosas?

Esto es una asociación virtuosa, no cabe ninguna duda de que la minería genera un ecosistema alrededor de la misma, es decir, no se agotan en la exportación de concentrado del cátodo, sino que, además, de alguna manera impacta en sus alrededores, social, ambiental y económicamente. Lo más importante, por lo tanto, es focalizarse en que los impactos ambientales sean los menores posibles, que los impactos sociales sean positivos y tengan una contribución al crecimiento de la sociedad y que el impacto económico quede de manera relevante en la región donde se desarrolle la actividad. Esta es una industria que paga tremendos impuestos, muchos de los cuales van al gobierno central, pero algunos, de acuerdo con la última modificación del royalty, vienen a las regiones.

La otra manera en cómo esa riqueza queda en la región es a través de los proveedores. Hay 4.600 millones de dólares anuales, olvídese de la inversión, 4.600 millones de dólares anuales que se pagan a proveedores. Esta es una suma de dinero tremenda y es casi lo mismo que el total de impuestos de primera categoría y adicional que paga todo el sector minero a las arcas fiscales. Esto es lo que se gasta en proveedores Escondida en la región, para hacerse una idea. Lo que nos resulta más atractivo es que la mayor cantidad de esos 4.600 millones de dólares quede en la región y para eso hay tres requisitos. El primero es que haya minería, no nos olvidemos de esto porque esto no es gratis. Que el esté recurso aquí no nos garantiza que habrá siempre minería, tienen que generarse una serie de condiciones que lo permitan. Lo segundo es una capacidad instalada en la región para satisfacer la demanda de la minería, porque Escondida no saca nada con decir de cuatro pesos, quiero gastar los cuatro en la región, pero tal vez no tenemos la capacidad de proveer. Y el tercer requisito, que me parece el más importante, es que esto se logra a través de colaboración. Ni Escondía, lo hará solo, ni los proveedores, ni el Gobierno Regional, ni el alcalde. Esto lo haremos si trabajamos conjuntamente, la Asociación de Industriales de Antofagasta, Escondía, las otras compañías mineras también, por supuesto, los gremios nacionales que contribuimos a que esto se vaya materializando en la región. Son buenas noticias para Antofagasta y no hay que dejar que los astros se desalineen, hay que mantenerlos.

  • ¿Cómo puede servir este escenario para que los proveedores locales también logren exportar talento a los países vecinos con actividad minera con toda su preparación técnica?

Siempre se habla de ese desafío de no solo exportar minerales, sino que también exportar minería y eso significa exportar servicio a la minería. Cuando me comentan si estoy muy nervioso porque encontraron un yacimiento tremendo en Argentina o en China la verdad es que no me pone nada nervioso, porque en Latinoamérica, en general, no hay ningún país que tenga la capacidad instalada de prestar servicio como la tiene Chile. Esto hay que mirarlo desde el lado positivo, oportunidades, porque al final del día los argentinos son buenos para muchas cosas, hay que reconocerlo, pero no son buenos para la minería. Es una actividad que no es fácil, no es llegar y hacer un yacimiento minero y los antofagastinos lo saben mejor que nadie y por más agrandados que sean nuestros vecinos no les será fácil desarrollar un proyecto minero. Van a necesitar que los chilenos crucemos la cordillera y les expliquemos cómo se hace esto. Aprenden rápido eso sí, pero es una tremenda oportunidad, lo mismo con Perú y ya vemos muchas empresas chilenas constructoras que están prestando servicio y dónde aprendieron esas empresas en minería, aprendieron en Chile. Argentina puede transformarse en una tremenda oportunidad, lo mismo Colombia, Ecuador. No hay que tener temor, sino esperanza de transformarnos en el clúster minero que sale a prestar servicio a la región y no solo en Chile.

Pero primero tenemos que resolver el problema en la región. Compañías como Escondida y cualquiera de las otras que están instaladas aquí no contratan proveedores de otras regiones por gusto, no tiene ningún incentivo para contratar un proveedor instalado en Santiago, en Concepción o en Temuco, los contratan porque no están y lo que tiene que hacer la región es pensar por qué no están aquí. Algunos no estarán nunca porque prestan diversos servicios en distintas partes del país y por logística les conviene estar en una zona más central. Pero los otros por qué no están aquí, ¿es simplemente por condiciones de vida? ¿Porque hay otras regiones más atractivas o porque hay cosas más estructurales que resolver? Por eso es la importancia del trabajo colaborativo, porque esto no se lo puede echar solo al hombro Escondida, no puede solucionar todos los desafíos para que todos se vengan a instalar acá. Esto es un desafío ecosistémico y ese ecosistema significa todas las compañías. El Consejo Minero está aquí porque hay que tratar de dar esta mirada conjunta y como gremio nacional ayudamos a eso.

  • ¿Desde lo público está el ritmo para los desafíos que vienen?

Creo que sí. No hay ninguna región que tenga una estrategia regional que gire en torno a la industria minera, fundamentalmente. Eso aquí se toma como un dato, pero más que un dato, es una construcción compleja que tomó mucho tiempo, mucha participación, con asesoría internacional de la propia OCDE, que viene de la mano de un gobernador que no llegó a ser gobernador de la región de Antofagasta por ser un mining lover. Hoy, de la mano de una estrategia regional que gira en torno a la minería para el bienestar de la región de Antofagasta ha transformado en hechos concretos que la minería es definitivamente la herramienta que tracciona el desarrollo de la región y país en general.

Diría que sí, el sector público tiene una buena disposición. ¿Suficiente? No, creo que también está desafiado y en esto hay un diagnóstico transversal, no es una cuestión que nazca del Consejo Minero ni de mí. El país sabe que nuestro sistema de autorizaciones, de permisos, está entre anquilosado, obsoleto e ineficiente y que tiene muchísimos espacios de mejora. Fuimos los primeros en levantar este tema hace diez años, pero ya se hizo un tema transversal y al preguntar a cualquier candidato a la presidencia de la República todos hablan de los permisos. El actual presidente de la República dice que los permisos son una vergüenza. Ahí es donde hay un tremendo desafío para el aparato público, sobre todo, de las seremis y en esto hay que ser muy conscientes de que la problemática tiene múltiples factores. Hay problema de recursos económicos en muchos casos, de infraestructura, de recursos humanos, porque un proyecto de Escondida no es una iniciativa que puede aprobar cualquier persona, son niveles de sofisticación altos. Esta es minería de punta en el mundo, la minería que se hace en Antofagasta no tiene nada que envidiar a la que se hace en Australia, en Canadá o en Estados Unidos, estamos en la punta. La pregunta es si nuestro sistema educación está en la punta, algo en lo que también hay nacional, que no está en la punta. ¿Nuestros sistemas de innovación, de cambio tecnológico, de competencias están en la punta? Estamos al debe en muchas cosas que suelo mirar más que problemáticas como desafíos y también son transversales. No es solo un problema del aparato público, los problemas multifactoriales tienen un factor importante y es la confianza. Muchos de los actores del sector público desconfían de los actores del sector privado, piensan que les quieren meter goles, por ponerlo en castellano simple. Y muchos actores del sector privado piensan que los actores del sector público son ideológicamente perversos y no quieren que se haga el proyecto. En esa conversación de sordos hay un tremendo canal de colaboración al medio que es donde debiéramos saltar todos, es decir, de qué manera te doy más confianza y te muestro que lo que quiero hacer no es dañar a Antofagasta, sino generar riqueza, bienestar con el menor impacto ambiental posible y con un positivo impacto social. De qué manera tú me convences de que no estás en contra de mí porque ideológicamente piensas que somos malos, sino que estás contra mí porque tienes a lo mejor serias dudas del impacto de mi actividad. De nuevo vamos a ese canal de la colaboración, esa es la invitación.

  • ¿La región debería tener un ánimo optimista considerando en su futuro también la minería no metálica y las energías limpias?

Soy realista, pero muy optimista. El escenario de Antofagasta es inmejorable y está en la mano de los antofagastinos que no se pase el tren a una alta velocidad y no aprovechen la oportunidad. Nadie vendrá de fuera a solucionarle los problemas, los tienen que solucionar de aquí y cuando digo los tienen que solucionar aquí incluyo a las compañías mineras, por supuesto, y a todos los vinculados con el ecosistema minero.

 
 
 

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